Nuevas fotos del T-20 Komsomolets (y X)

Capítulo final del novelón sobre el tractor T-20. Vamos a ver una última serie de tractores en manos alemanas, un finale aleccionador y un par de dibujos esclarecedores.

Una foto curiosa por varios motivos. Esta unidad germana pintaba esvásticas en lugar de cruces gamadas en el frontal, caso insólito hasta ahora. Estos llevaban bien identificables tanto las marcas de unidad como la numeración de sus vehículos. Otras curiosidades son los faros de camión (negros, probablemente rusos) y los retrovisores. Este tractor en concreto muestra además el soporte para el toldo invernal.

Otro tractor de la misma unidad anterior, el número 11, con las mismas características pero sin soportes para el toldo. Ambos vehículos lucen en perfecto estado de revista.

Una miniserie de convoyes. Parece que el cañón que remolcaba este tractor era un SiG-33 a juzgar por las ruedas, aunque el camuflaje de ramas impide apreciarlo bien. Por detrás aparece un semioruga con un 88 milímetros bien oculto. El T-20 no muestra marcas.

Columna entrando en un bosque. Esta foto probablemente está relacionada con otra que ya publiqué porque parece tomada desde el mismo lugar. El T-20 tira de un remolque alemán de municiones. La cruz gamada iba simétricamente pintada sobre las dos escotillas.

En esta no se ve la pieza de artillería, quizá un Pak 40 por el filo del escudo y la rueda. Curioso el faro alargado, ¿de dónde lo sacaron?

Un vehículo acaso averiado, la cadena parece rota en su parte posterior. Llevaba faro y bocina.

Otro solitario T-20 con enormes cruces al frente y los lados. También lleva marcas en uno de los guardabarros y además conserva los bancos.

Uno más que parece abandonado en terreno húmedo. Llevaba rodillos de repuesto para el tren y cruz balcánica muy pequeña en comparación con la foto anterior.

La vuelta de la tortilla. Vehículos alemanes destruidos o abandonados en mitad de la nada. El T-20 en primer plano conserva el faro original y quedó con las tapas del motor abiertas.

Unos niños rusos toman el sol sobre este T-20 que quedó tirado sobre un charco de agua semicongelada. Flujo y reflujo de la historia que el ser humano nunca aprende.